¿Qué es el lease back y cómo puede beneficiar a tu empresa?

Imagen que contiene persona, interior, tabla, hombre

Descripción generada automáticamente

El lease back, también conocido como leasing inverso, retroleasing o lease banking, es una operación financiera que consiste en vender un activo propio a una entidad financiera y alquilarlo de nuevo por un periodo determinado, con opción de compra al finalizar el contrato. De esta forma, la empresa que realiza el lease back obtiene liquidez inmediata y conserva el uso del activo, pagando una renta mensual y unos intereses.

El lease back es una alternativa de financiación para empresas que puede resultar muy ventajosa para las empresas que necesitan mejorar su situación económica, ya sea por dificultades de tesorería, por afrontar inversiones, por reducir deuda o por optimizar su balance. Además, el lease back tiene otras ventajas fiscales, contables y operativas que lo convierten en una opción muy atractiva.

¿Cómo funciona el lease back?

El funcionamiento del lease back es muy sencillo. Supongamos que una empresa tiene un activo, por ejemplo, un inmueble, una maquinaria o un vehículo, que es de su propiedad y que utiliza para su actividad. Si la empresa necesita dinero en efectivo, puede vender ese activo a una entidad financiera, que le pagará el valor acordado, y firmar un contrato de arrendamiento financiero, por el que podrá seguir usando el activo, pagando una cuota mensual y unos intereses.

El contrato de lease back establece el plazo del arrendamiento, que suele ser de entre 5 y 10 años, la cuota mensual, que incluye una parte de amortización y otra de intereses, y el valor residual, que es el precio que la empresa tendrá que pagar si quiere recuperar la propiedad del activo al finalizar el contrato. El valor residual suele ser muy bajo, entre el 1% y el 5% del valor inicial del activo.

El lease back se puede realizar sobre cualquier tipo de activo, siempre que sea susceptible de ser valorado y que tenga una vida útil superior al plazo del contrato. Los activos más habituales para el lease back son los inmuebles, las maquinarias, los vehículos y los equipos informáticos.

¿Qué ventajas tiene el lease back?

El lease back para pymes tiene múltiples ventajas para las empresas que lo realizan, tanto desde el punto de vista financiero, como fiscal, contable y operativo. Algunas de las principales ventajas son las siguientes:

  • Liquidez: El lease back permite obtener dinero en efectivo de forma rápida y sencilla, sin necesidad de recurrir a préstamos bancarios ni a otras fuentes de financiación externa. El lease back puede ser una solución para las empresas que tienen problemas de tesorería, que necesitan afrontar inversiones o que quieren reducir su endeudamiento.
  • Ahorro fiscal: El lease back tiene un tratamiento fiscal favorable, ya que las cuotas del arrendamiento financiero son deducibles en el impuesto de sociedades, al considerarse un gasto de explotación. Además, el lease back evita el pago del impuesto de transmisiones patrimoniales, al tratarse de una operación mercantil y no civil.
  • Mejora del balance: El lease back permite mejorar los ratios financieros de la empresa, al reducir el activo fijo y el pasivo exigible, y al aumentar el fondo de maniobra y la capacidad de autofinanciación. El lease back mejora la solvencia, la liquidez y la rentabilidad de la empresa, lo que puede facilitar el acceso a otras fuentes de financiación o a mejores condiciones crediticias.
  • Conservación del uso del activo: El lease back permite seguir utilizando el activo que se vende, sin que se interrumpa la actividad de la empresa ni se pierda la competitividad. El lease back garantiza el derecho de uso del activo durante el plazo del contrato y la opción de compra al finalizar el mismo, por lo que la empresa no renuncia a la propiedad definitiva del activo.
  • Flexibilidad y adaptación: El lease back se adapta a las necesidades y circunstancias de cada empresa, ya que permite negociar el valor del activo, el plazo del contrato, la cuota mensual y el valor residual. El lease back ofrece la posibilidad de modificar el contrato en función de los cambios que se produzcan en el mercado o en la situación de la empresa, por ejemplo, ampliando o reduciendo el plazo, cambiando el activo o cancelando anticipadamente el contrato.

¿Qué inconvenientes tiene el lease back?

El lease back también tiene algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta antes de realizarlo. Algunos de los principales inconvenientes son los siguientes:

  • Pérdida de la propiedad del activo: El lease back implica la venta del activo a una entidad financiera, por lo que la empresa deja de ser la propietaria del mismo y pasa a ser una arrendataria. Esto puede suponer una pérdida de valor patrimonial y de control sobre el activo, así como una dependencia de la entidad financiera.
  • Pago de intereses: El lease back conlleva el pago de unos intereses por el uso del activo, que pueden ser más altos que los de un préstamo bancario. El lease back puede resultar más caro que otras formas de financiación, sobre todo si el plazo del contrato es muy largo o si el valor residual es muy alto.
  • Riesgo de incumplimiento: El lease back supone asumir un compromiso de pago de las cuotas mensuales durante el plazo del contrato, que puede ser difícil de cumplir si la situación económica de la empresa empeora o si el activo pierde valor o se deteriora. El incumplimiento del contrato puede acarrear penalizaciones, la pérdida del activo o la imposibilidad de ejercer la opción de compra.

¿Cómo solicitar un lease back?

Para solicitar un lease back, la empresa debe contactar con una entidad financiera que ofrezca este servicio, que puede ser un banco, una caja de ahorros, una sociedad de leasing o una empresa especializada. La entidad financiera realizará un estudio de la viabilidad de la operación, valorando el activo, la situación financiera y la capacidad de pago de la empresa.

Si la entidad financiera aprueba el lease back, se procederá a formalizar el contrato, que debe incluir los siguientes datos:

  • La identificación de las partes: la empresa que vende el activo y la entidad financiera que lo compra y lo alquila.
  • La descripción del activo: el tipo, la marca, el modelo, el número de serie, el estado y el valor del activo que se vende y se alquila.
  • El plazo del contrato: el periodo de tiempo durante el cual la empresa podrá usar el activo, pagando una cuota mensual y unos intereses.
  • La cuota mensual: el importe que la empresa debe pagar cada mes por el uso del activo, que incluye una parte de amortización y otra de intereses.
  • El valor residual: el precio que la empresa tendrá que pagar si quiere recuperar la propiedad del activo al finalizar el contrato, que suele ser muy bajo.
  • La opción de compra: el derecho que tiene la empresa de comprar el activo al finalizar el contrato, pagando el valor residual, o de prorrogar el contrato o devolver el activo.
  • Las condiciones generales: las cláusulas que regulan los derechos y obligaciones de las partes, como el mantenimiento, el seguro, las garantías, las penalizaciones, etc.

El contrato de lease back debe ser inscrito en el Registro de Bienes Muebles o en el Registro de la Propiedad, según el tipo de activo, para que tenga validez frente a terceros.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *