La caza, más que un deporte un estilo de vida

La caza, más que un deporte un estilo de vida

La connotación de “deporte” atribuible a la caza, es un término que en nuestro criterio no aplica; la primera razón, porque no representa una competencia persé y, en segundo lugar, porque la mejor premiación que pueda existir en la satisfacción de la sobrevivencia humana.

Ciertamente, existe numerosas críticas en torno a este interesante tema, para nosotros, la caza, representa una verdadera forma de vivir y cohabitar en un mundo de cadena alimenticia.

La disposición mental y actitudinal que ha de tener todo cazador, aunado a incluso ropa propia de caza, es toda una concepción de vivir que evoca las formas primitivas de subsistencia.

Veamos algunos planteamientos que apoyan este arte como un estilo para enrumbar las vidas.

 La caza, más que un deporte un estilo de vida

 

La caza, agudeza de percepción

Acerca del enfoque de cómo concebimos el mundo, entre un agricultor o ganadero y un cazador, podría haber dos visiones disimiles de la realidad que se muestra antes sus ojos.

Son muchos los factores que se entremezclan para determinar el punto ético de la matanza o no del animal; uno de ellos, es el condicionamiento cultural; prehistórico y relacional (propio de la experiencia y la vivencia).

Existen códigos de comunicación que permiten ampliar o reducir la visión de lo que siempre ha sido la supervivencia del hombre.

El sistema interpretativo por su parte, conocido como el conjunto de emociones que afloran para representar el sentido que moviliza a la acción, es lo que todo cazador experimenta de forma diaria.

 

 Reconextualizar la historia de la caza

El hombre primitivo no presentó disyuntivas morales, éticas ni socio culturales para determinar su acción de cazar, sencillamente era la opción para su manutención y sustento.

Este hecho demuestra que siempre ha sido así en incluso en este tiempo en donde las discusiones filosóficas del respeto del ser animal y la biodiversidad, debe preservase.

Hay un elemento claro que está establecido por las mismas pautas ecológicas de subsistencia denominada cadena alimenticia. Este factor, es determinante para explicar que, incluso, en la estructura piramidal universal conocida como Trompo alimenticio, así lo establece.

De modo que, no se trata de volver a la naturaleza, se trata de saberse como parte de la naturaleza.

 

Trastornos modernos de la alimentación

Desde la dieta paleolítica, hasta las concepciones veganas de alimentación, se han conversado un sinfín de posturas radicales que llevan a re plantearse y analizar la esperanza de vida de nuestras generaciones antecesoras.

Cuando se analiza este tipo de factores, se hallan numerosas razones para mantener tales regímenes alimenticios que se basaban prácticamente, en el consumo directo sin procesamientos y aditivos químicos.

La onda de los conservantes, preservativos ya aditivos, ha demostrado la cantidad de productos transgénicos que dañan de modo progresivo el funcionamiento celular humano.

Hoy en día trastornos del desarrollo cognitivo como TDA en niños, ha reorientado el consumo de centeno, trigo y demás carbohidratos de altos índices glicémicos.

Por otra parte, reconocer la ingesta de proteína, como el más alto valor al funcionamiento cerebral y físico corporal, ha demostrado que, a menor procesamiento, mejor será su calidad.

 

¿Por qué la caza forma parte de la vida de quienes la practican?

Representa un sentido de vivir porque:

  1. Cuando se tiene vida, se habrá de luchar por mantenerla
  2. Porque la calidad de nutrientes se ha perdido progresivamente con la modernidad y la industrialización forzosa
  3. Porque no existen mejor paragón que la esperanza de vida de nuestros antepasados
  4. Porque incluso en la pesca, existen contaminantes fuertes en los mares que contaminan la ingesta de pescados
  5. Porque en el caso de los vegetales, los conservantes y químicos para tratamiento de la plaga, erradica toda naturalidad y pureza
  6. Porque lo único que aún permanece es la relación del hombre con su medio natural y su sobrevivencia de respeto.

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *