María Reiche

Desde que fueron descubiertas las líneas de Nazca por los arqueólogos continuaron siendo estudiadas, para descubrir el misterio que las envuelve. Incluso, son consideradas patrimonio cultural de la humanidad. Entre sus investigadores se destaca la arqueóloga y matemática María Reiche nacida en Alemana el 15 de mayo de 1903. Quien dedicó largos años de su vida a la investigación de estas líneas. Incluso, vivió durante más de 25 años en una choza en el desierto árido, donde hoy se encuentra un museo en su honor.  Para saber más sobre Reiche, lee esta entrada.

Primeros Inicios de María Reiche

María Reiche nació en Dresde, Alemania en el año 1903. Realizó estudios en la Universidad Técnica de Dresde Y Hamburgo, donde se especializó en física, matemática y geografía.

Luego, de culminar su formación academia recibe la propuesta del cónsul de Alemania en Cuzco para ser tutora privada de sus hijos. Aceptando la propuesta, ya que siempre había tenido la ilusión de viajar fuera del país. Es decir, que llegó a Perú por casualidad.

Sin pensar que el país andino con grandes monumentos culturales provenientes de culturas milenaria, cambiaría por completo su vida. Por otro lado, años después de vivir en Cuzco se mudó a Lima donde trabajó traduciendo textos y restaurando tejidos precolombinos del Museo Nacional. Despertando su pasión por la arqueología peruana.

Las líneas de Nazca y María Reiche

Para la alemana Reiche el estudio de las líneas de Nazca se convirtió en parte de su vida. Incluso, se dedicó a barrer los geoglifos que se extiende por aproximadamente 50 km. Cuyo propósito era limpiar la gravilla oscura que habían rellenado los trazos, debido a la intemperie.

No obstante, algunos lugareños veían con rareza su actuación y la llamaban bruja. Además, se dedicaba a proteger este patrimonio de los viajeros que llegaban a la cercanía del lugar.

Luego, el gobierno peruano al observar el sacrificio de la arqueóloga, prohibió el paso para esa zona y construyó unas torres que permitían observa las líneas de Nazca sin necesidad de invadirlas.

Guardiana del desierto

La arqueóloga es considerada la guardiana del desierto, ya que vivió por más de 25 años en la zona desértica llena de carencias para estudiar y cuidar las líneas de Nazca. En el año 1947 publicó su libro dedicado a estas líneas. El cual tuvo mucho éxito, ya que todas sus indagaciones se expandieron por años.

Gracias a sus investigaciones se conocen mapas, fotografías y planos de todas las figuras y diseño arqueológicos. Incluso, tiempo después logró que el Servicio Aerofotográfico Nacional realizará varias fotos en diferentes escalas para conseguir mayor visualización.

Además, todos sus esfuerzos por resguardar este patrimonio cultural conllevaron a la construcción de un mirador turístico. Impulso la edificación de un aeropuerto privado para los turistas que desean viajar en avioneta, para visualizar las líneas de Nazca desde las alturas.

María Reiche, “la mujer que barría el desierto”

María Reiche vivió por más de 25 años en una humilde choza cerca de las líneas de Nazca, donde se dedicó a barrer todo el desierto para proteger y conservar las líneas.

El motivo de tomar la escoba era para retirar el polvillo negro que con el tiempo había rellenado por completo los geoglifos. Lo cual hacia que sus diseños y formas no se vieran con facilidad.

En medio del desierto de Nazca se había construido una carretera panamericana que está destruyendo los geoglifos con el paso de los carros. Sin embargo, María Reiche consiguió que las autoridades restringieran el paso vial por la zona y edificarán una torre para observar dichos trazos arqueológicas.

Conclusiones de María Reiche sobre las Líneas de Nazca

La arqueóloga Reiche llegó a la conclusión que las líneas de Nazca formaban parte de un calendario astronómico. El cual le permitía a esta cultura precolombina establecer los cambios climáticos y los ciclos para la producción agraria de la época.

Pues, los habitantes de la cultura Nazca lograron definir algunas constelaciones que le servían como apoyo para los ciclos agrícolas. Siendo representados en la pampa del desierto.

Todas estas investigaciones hicieron que María Reiche obtuviera varios reconocimientos. Entre ellos, la medalla de honor de Congreso, medalla cívica de la ciudad de Lima y un doctorado honorífico de la Universidad Nacional de Trujillo.

Calendario astronómico

Las líneas de Nazca que se localizan en la llanura peruana remontan del año 200 a.C hasta el 700 d.C. Pues, fue la época donde la cultura Nazca habitó este desierto.

Según las investigaciones realizadas por María Reiche los pobladores utilizaban las figuras que forman las líneas como sistema astronómico, ciclos de lluvia y planificación de la agricultura.

Debido a todas las observaciones realizadas y estudios, la arqueóloga llegó al hallazgo que dichas líneas estaban dirigidas hacia la salida del Sol durante el invierno y el verano. Incluso, encontró similitudes entre la forma del mono que se visualiza en las líneas y la Osa Mayor.

Reconocimientos por sus investigaciones

Gracias a su indeclinable labor por preservar y conservas las líneas de Nazca, recibió muchos reconocimientos. Entre ello, un doctorado honorífico otorgado por la universidad nacional de Trujillo en el año 1983.

Además, el gobierno le otorgó el título de ciudadana honorifica y le concedió la nacionalidad peruana de manera definitiva. También, producto de sus esfuerzos la UNESCO catalogó a las líneas de Nazca como patrimonio cultural de la humanidad.

Fallecimiento de María Reiche

Pasado algunos años María Reiche se enfermó, producto de la edad. Por lo que decidió pasar los últimos años de su vida en un hotel ubicado cerca de las líneas. Todo ese tiempo fue cuidada por su hermana.

Sin embargo, murió a los 95 años de edad. Su ceremonia funeraria se realizó en el Museo Nacional de Lima, el día 10 de junio de 1998. Posteriormente, se realizó su sepelio en Nazca. Actualmente, es reconocida en Perú con el título “Dama de Nazca”.

Sin duda, María Reiche cumplió un papel muy importante dentro de la cultura peruana. Debido a que, tuvo un gran sentido de pertenencia con respecto a las líneas de Nazca. Llegándolas a cuidar y reservar para la posteridad. Además, ayudó a darle el valor y el reconocimiento que merecen por ser parte de una cultura ancestral con grandes riquezas arqueológicas.

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